La verdadera historia nunca se sabe. ¿Alejandro Magno fue mariposón? Dicen, pero yo no lo vi, ¿Las líneas de Nazca son una pista de aterrizaje alienígena? No pe’ compare’, con eso no te juegues. Hace mucho que no sabía que pasaba con los New Kids on The Block, la última noticia fue que Jordan aparecía en un reality show llamado “Surreal Life” con otros famosos venidos a menos tipo Brigitte Nielsen o el tío rubio de “Full House” (ese que imitaba a Popeye para hacer reir a las gemelas Olsen). Lo veía cada vez que podía; me sentía mejor sabiendo que él, sex-simbol por el que se morían todas mis amigas, también era de carne y hueso, engordaba, se levantaba despeinado por las mañanas y si cantaba no le importaba más que a cuatro gatos.
Pero una tarde, ya cuando me imaginaba a Jordan casi calvo y más gordo que John Travolta, encontré en YouTube un documental emitido por E! hace algunos años, en que se contaba la true history de los New Kids, por los propios New Kids. Supe que Joe no era del Block, sino de otro estado y no lo tragaban; que Donnie tuvo que afrontar una condena por pirómano, grabando anuncios del tipo “niños no hagan esto en casa”; Jon, al que siempre imaginé vestido de rosa y llevando el desayuno a la cama de los otros Kids, se tiraba a Tiffany, cantante adolescente que antes estaba buena; y Danny y Jordan recibían a las fans en sus cuartos de hotel de cada ciudad, previo filtro hecho por su guardaespaldas de 150 kilos, para darles amor, besitos y abrazos Step by Step y Please don’t go girl hasta que nos cansemos, mamita.
Cuando se cansaron de ver sus caras por todo el mundo, en todos los productos de merchandising que nos podamos imaginar, los Kids despidieron a su manager, al productor, al director comercial y a la señora que pedía las pizzas y se cambiaron el nombre a NKOTB para parecer más adultos. Grabaron un disco que se llamó “Face the Music” con unas cuantas canciones que eran demasiado buenas para ser de los New Kids, pero normalitas para competir con Nirvana, Pearl Jam o por último R.Kelly. Los adolescentes que antes escuchábamos sus canciones y nos peinábamos (mea culpa), vestíamos o andábamos como ellos, habíamos crecido un poco y ahora más parecíamos una versión limpia de Kurt Cobain que un Ken buscando Barbie rubia y limpiecita. Jordan hizo un par de discos. Joe, que con el cambio de voz se fue al carajo, también. Donnie quiso ser actor y salió en Saw II. Jon, que de cojudo tenía la cara nomás, puso una empresa de construcción y tiene más plata que Atahualpa. Y Danny es productor musical y vive en LA, en una super casa, con super rejas, super coches y cuatro super perros, que son gays.
Yo, no nos engañemos, sigo metiendo de vez en cuando sus canciones al mp3, y cuando estoy borracho me marco unos pasitos de Cover Girl, pero después de que terminé en el piso como una tortuninja borracha (y mi hermano lo grabó en video), me controlo más con el trago. No vaya a ser que una rubia me diga I’ll be Loving You Forever, y yo no pueda responder Tonight te voy a ponel a gozal.
Pero una tarde, ya cuando me imaginaba a Jordan casi calvo y más gordo que John Travolta, encontré en YouTube un documental emitido por E! hace algunos años, en que se contaba la true history de los New Kids, por los propios New Kids. Supe que Joe no era del Block, sino de otro estado y no lo tragaban; que Donnie tuvo que afrontar una condena por pirómano, grabando anuncios del tipo “niños no hagan esto en casa”; Jon, al que siempre imaginé vestido de rosa y llevando el desayuno a la cama de los otros Kids, se tiraba a Tiffany, cantante adolescente que antes estaba buena; y Danny y Jordan recibían a las fans en sus cuartos de hotel de cada ciudad, previo filtro hecho por su guardaespaldas de 150 kilos, para darles amor, besitos y abrazos Step by Step y Please don’t go girl hasta que nos cansemos, mamita.
Cuando se cansaron de ver sus caras por todo el mundo, en todos los productos de merchandising que nos podamos imaginar, los Kids despidieron a su manager, al productor, al director comercial y a la señora que pedía las pizzas y se cambiaron el nombre a NKOTB para parecer más adultos. Grabaron un disco que se llamó “Face the Music” con unas cuantas canciones que eran demasiado buenas para ser de los New Kids, pero normalitas para competir con Nirvana, Pearl Jam o por último R.Kelly. Los adolescentes que antes escuchábamos sus canciones y nos peinábamos (mea culpa), vestíamos o andábamos como ellos, habíamos crecido un poco y ahora más parecíamos una versión limpia de Kurt Cobain que un Ken buscando Barbie rubia y limpiecita. Jordan hizo un par de discos. Joe, que con el cambio de voz se fue al carajo, también. Donnie quiso ser actor y salió en Saw II. Jon, que de cojudo tenía la cara nomás, puso una empresa de construcción y tiene más plata que Atahualpa. Y Danny es productor musical y vive en LA, en una super casa, con super rejas, super coches y cuatro super perros, que son gays.
Yo, no nos engañemos, sigo metiendo de vez en cuando sus canciones al mp3, y cuando estoy borracho me marco unos pasitos de Cover Girl, pero después de que terminé en el piso como una tortuninja borracha (y mi hermano lo grabó en video), me controlo más con el trago. No vaya a ser que una rubia me diga I’ll be Loving You Forever, y yo no pueda responder Tonight te voy a ponel a gozal.
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