- No te hagas el interesante - me dice.
Julio se ha pasado medio día vacilándome con que me coma al Kraken. Obviamente, está proyectando sus deseos/miedos conmigo, como hacía yo cuando me preocupaba por cómo se las iba a arreglar Sol después de nuestra ruptura (sola en el mundo, y tal).
Como me tocó tanto los cojones, decidí darle donde más le dolía y le cambié sus cigarros por caramelos de eucalipto. Dicen que dio un grito de dolor en el ascensor y me maldijo en lengua colombiana.
- No me hago, soy. Aunque eso depende del observador - respondo -. Dejemos algo para el futuro. Hoy empieza todo.
Feliz y vengado subí al nuevo gimnasio y descubrí que no había un sólo metro cuadrado donde hacer abdominales. Nunca entenderé la gente que va sólo a hablar con otra gente, es como si me apuntara a un curso de cata de vinos y no bebiera, sino que me la pasara viéndole las tetas a la profe y/o compañera de curso. Para eso ya habrá tiempo ¿no? Hay que estar para lo que hay que estar.
- Ni futuro, ni futura - ataca-. Te caigo bien porque conmigo al menos te ríes.
Bajo decidido a buscar mi crema Vitesse para la cara, pero descubro que, una vez más, he olvidado el dinero y no podré comprar ni un caramelo. Tampoco podré recoger hoy mis camisas de la costurera china que ha plometido no dejal las costulas pol fuela. Entro en mi casa vacía y no sé si deprimirme, cocinar, tocarme, o escuchar un disco de Luis Miguel. Me doy una ducha fría y preparo espagueti a la carbonara.
- Para eso ya tengo a Julio - afirmo -. En serio, me ha venido muy bien conocerte.
Pongo "Legión", una película estúpida para distraerme del mundo, y me rio mucho cuando la abuela (vestida como Olivia Newton John) trepa por el techo del restaurante de carretera como una araña. Acaba la película. Pienso: ¿estará disponible ya el nuevo capítulo de "How I Met Your Mother"? Echo una ojeada al libro "Tarántula" de Bob Dylan. Me parece una mierda y me duermo segundos después de leer un SMS que me dibuja una sonrisa en la cara.
- Eres un cuentista - me dice.
-No, soy un mono en esmoquin al que haces bailar - respondo.
Me despierto a las tres de la mañana y hago cuentas para llegar bien a fin de mes. Tendré que dejar de comprar discos de Led Zeppellin y conseguir que mis amigas paguen las cenas futuras. Pienso en Mónica Bellucci pero no puedo volver a dormir hasta las cinco de la mañana. El despertador parece sonar dos segundos después.
- No te habrás ofendido - pregunta.
- No, no - la calmo - la única vez que me ofendí fue cuando mi ex me dijo que, estando conmigo, tuvo que buscar "orgasmo" en Google. ¿Será perra?
Como me tocó tanto los cojones, decidí darle donde más le dolía y le cambié sus cigarros por caramelos de eucalipto. Dicen que dio un grito de dolor en el ascensor y me maldijo en lengua colombiana.
- No me hago, soy. Aunque eso depende del observador - respondo -. Dejemos algo para el futuro. Hoy empieza todo.
Feliz y vengado subí al nuevo gimnasio y descubrí que no había un sólo metro cuadrado donde hacer abdominales. Nunca entenderé la gente que va sólo a hablar con otra gente, es como si me apuntara a un curso de cata de vinos y no bebiera, sino que me la pasara viéndole las tetas a la profe y/o compañera de curso. Para eso ya habrá tiempo ¿no? Hay que estar para lo que hay que estar.
- Ni futuro, ni futura - ataca-. Te caigo bien porque conmigo al menos te ríes.
Bajo decidido a buscar mi crema Vitesse para la cara, pero descubro que, una vez más, he olvidado el dinero y no podré comprar ni un caramelo. Tampoco podré recoger hoy mis camisas de la costurera china que ha plometido no dejal las costulas pol fuela. Entro en mi casa vacía y no sé si deprimirme, cocinar, tocarme, o escuchar un disco de Luis Miguel. Me doy una ducha fría y preparo espagueti a la carbonara.
- Para eso ya tengo a Julio - afirmo -. En serio, me ha venido muy bien conocerte.
Pongo "Legión", una película estúpida para distraerme del mundo, y me rio mucho cuando la abuela (vestida como Olivia Newton John) trepa por el techo del restaurante de carretera como una araña. Acaba la película. Pienso: ¿estará disponible ya el nuevo capítulo de "How I Met Your Mother"? Echo una ojeada al libro "Tarántula" de Bob Dylan. Me parece una mierda y me duermo segundos después de leer un SMS que me dibuja una sonrisa en la cara.
- Eres un cuentista - me dice.
-No, soy un mono en esmoquin al que haces bailar - respondo.
Me despierto a las tres de la mañana y hago cuentas para llegar bien a fin de mes. Tendré que dejar de comprar discos de Led Zeppellin y conseguir que mis amigas paguen las cenas futuras. Pienso en Mónica Bellucci pero no puedo volver a dormir hasta las cinco de la mañana. El despertador parece sonar dos segundos después.
- No te habrás ofendido - pregunta.
- No, no - la calmo - la única vez que me ofendí fue cuando mi ex me dijo que, estando conmigo, tuvo que buscar "orgasmo" en Google. ¿Será perra?
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