lunes, enero 31, 2011

¿Cómo repartimos los amigos?


- Joder - escribo en mi chat de facebook, versión móvil - he tenido una pesadilla que te cagas.
- Cuenta - escribe Giovanna, al otro lado del mar - soy "toda ojos".
- Pues resulta que estaba con mi ex, en un pueblo perdido de España, de esos bonitos con torres y puentes de piedra. Habíamos subido hasta allí, no sé por qué, a ver la última película de Almodóvar. Es una tradición que teníamos: ella veía las de Harry Potter con su hermana, y conmigo las de Almodóvar. Se pasó la peli ignorándome, y cuando salimos, por más que le hablaba, no me contestaba.
Cuando llegamos a donde yo había dejado el coche (iluminando el camino con mi móvil, porque no se veía nada) resulta que no lo encontramos. Yo juraba que sí, que lo había dejado allí, pero ella no me hacía caso. Volvió sobre sus pasos y lo encontró a unos diez metros más arriba, sin el seguro echado. Se sentó en el asiento del conductor, arrancó y se fue sin mi.

- Tu ex? Sol?

- Sí esa. Me dejó allí, tirado. El coche era viejo, un VW escarabajo verde turquesa.

- Turquesa? Tú sabes distinguir los colores?

- Eh, ¿si? Bueno, el caso es que caminé sin rumbo por el pueblo, confundido porque me dejase. Veía a la gente coger sus coches y pirarse. Quería subir en alguno de ellos para que me acercase a casa, cuando apareció Nacho. Y también me ignoró.

- Nacho? el Nacho del barrio? el horrible?

- Sí tía, ese.

- Pero si lo odiabas, ¿por qué sueñas con él?

- No sé, el caso es que al ver que me ignoró lo saludé yo. Le cogí del brazo y le dije "hola, tío" y él fingió alegrarse, tanto, que me dio dos besos (asquerosos) en plan argentino. Me dijo que iba a una fiesta por ahí, por el pueblo, que si quería apuntarme. En ese momento, recordé que me caía como una patada en el culo y le dije que en otra ocasión, que esperaba a unos amigos para cenar. Se fue, se fueron todos los coches, el pueblo se quedó completamente a oscuras, y desperté. ¿Tú sabes interpretar sueños?

- No, nada, cholo.

- No me llames cholo. - corrijo - No sé flaca. Está lleno de simbología y ahora que te lo he ido contando, se me han ido apareciendo las ideas.

- ¿Qué ideas? A ver dime.

- El pueblo viejo representa los lugares en que Sol y yo vivimos, las situaciones, por eso lo de película. Al no verme, Sol demuestra que para ella yo ya no existo, por eso se va en un coche viejo sin mí, el coche viejo es lo que quedaba de nuestra relación, que se fue con ella.

- Guau.

- Espera que sigo. Nacho representa todo aquello que dejé atrás por Sol y a lo que intento volver al no tenerla a mi lado. Tú por ejemplo, sin ofender. O amigos a los que no había hablado en años y que intenté volver a entrar en su círculo, dejándolo al final por pereza o simplemente porque ellos pasaron de mi culo. Los coches que se van son las oportunidades que dejo pasar de reconstruirme y la oscuridad final es el miedo...

- a estar solo.

- Sí, eso es. Exacto. Oye, Giova, gracias por escuchar.

- De nada, ya te tocará a ti.

- Cuando quieras.

Cierro los ojos y duermo. Al día siguiente, cerca del mediodía, despierto y me siento en el PC a escribir. Después de varias páginas sin sentido, me aburro y me meto en el facebook. Encuentro a Sol en el chat.

- Anoche tuve una pesadilla horrible, contigo.

- Mmmm, ¿eso es bueno, o malo?

- Te cuento, resulta que estábamos en un pueblo...

Cuando termino de contarle el sueño, ella se queda un minuto sin escribir respuesta. Luego, finalmente pone en el chat:

- Un segundo, teléfono.

Y no vuelve a escribir nada más. Cierro el facebook a la media hora, pongo el Spotify, y sigo escribiendo. No me queda más que resignarme a que Sol se fuera con el VW, y creo que podré acostumbrarme a la oscuridad sin tener que llamar, jamás, a Nacho.

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