martes, enero 30, 2007

¡Oye!, te hablo desde la prisión


Llevar oculto un mapa, debajo de unos tatuajes, es lo ultimito, lo ultimito. En Prison Break, se supone que viéndolo de cerca, o con una luz especial no sé como es la vaina, se pueden ver con exactitud los planos de la cárcel más segura de gringolandia. Por eso, un chico guapetón (tanto como para que Mariah Carey lo usara de modelo) los usa para sacar a su hermano de la cárcel, antes de que la administración Bush, o Gobernator, le den vuelta. Pero eso, sólo pasa en FOX. En la vida real, si un modelito entra, digamos en Lurigancho, lo primero que le pasa es que lo ponen en la celda de algún negro zapatón, aunque en la misma cárcel esté su viejo que muere de cáncer; nada, tú vas con Mandingo, te jodes, y tus noches van a ser muuuuy divertidas y no podrás sentarte en un mes. Y ruega que te ataque la diarrea.


Si te salvas de esa, todos los cholos acomplejados buscarán la forma de malograrte la cara, sea cortándotela con una botella rota, guillette, cepillo de dientes afilado, cualquier huevada será buena para descobrarme de este blanquiñoso que afuera tenía buena casa, buen carro, buen colegio, y buenas hembritas, aquí dentro Virgen de las Mercedes, patrona de los reclusos (mi madre está que se muere, ella por mí sufre mucho siiiii), somos todos iguales.


Mi vecino, que en sus ratos libres (todos) robaba pa’ drogarse, estuvo varias veces en la cárcel. No tenía tatuajes en la espalda, sino grabados que sus amigables compañeros de pabellón le hicieron en cada una de las cinco broncas semanales que se armaban cuando no había suficiente comida, o se prohibían las visitas conyugales, o porque ese chato me ha mirao feo. Tenía en la cara injertos de piel del glúteo, y debajo de la axila no le crecían pelos, porque en una bronca con un matachanchos lo apuñalaron dos veces, y se salvó de mi milagro. Además, como era más bien feo, tuvo que defender su honra en las duchas más de una vez; me pregunto qué hubiera pasado si, como en Prison Break, tuviera ojos verdes, dientes bonitos y una carita matadora. Seguro que se lo tiraba hasta el director de la prisión.


Al salir de la cárcel, los presiosos la ven cuadra para reinsertarse y ninguno, que yo sepa, tiene en mente un botín de 5 millones de dólares que otro preso moribundo le dijo, pa ti solito, dónde estaba. Pero eso sí les pasa a los de Prison Break, que haciéndome recordar a Tim Robbins y Morgan Freeman, saben en qué arbolito, exactamente en Utah, esta el billete. lo que importa es que Sol ahora a encontrado una nueva afición, bastante más soportable que "Medium" y es ver una y otra vez los capítulos de la serie, esperando a que su protagonista se despelote para consultar en el mapa tatuado en su esculpido cuerpo en que pasillo girar a la derecha, ¿en éste o en el otro?.


miércoles, enero 24, 2007

Sad Feet


¿Qué tan inteligentes son los niños? Hay una leyenda urbana que afirma que si un niño escucha varios idiomas (un día si y otro también) durante su crecimiento, con el paso de los años los hablaría todos como si fuera su lengua materna. Lo único que, dicen, se ha comprobado es que padecen dislexia y de vez en cuando piensasn en todos y los idiomas y blasfeman en el que más rabia les de. Por eso me pregunto (y yo mismo me contesto) ¿puede un ser de 4 años entender el valor de una pelicula como Happy Feet? Pues claro que por supuesto que desde luego que no (como diría mi tía, la Chimoltrufia.) En esta cinta, se ve la lucha de un pingüino emperador diferente, que por azares de la animación por ordenador, nace diferente a tooooodos los seres de su especie, y, no pudiendo cantar, desarrolla la capacidad de bailar como Sammy Davis Jr. Hasta aquí, y la siguiente lucha por ser aceptado estamos en la recurrente película para niños en que los buenos, por más que sean tontos, ganan. Pero cuando aparecen elementos como calentamiento global y explotación indiscriminada de los recursos, dudo mucho que mi sobrino (que baila feliz con Sesame Street) entienda la importancia del tema, él como muchos, vería bailar pinguinitos y no sabrá que el acuerdo mundial de dejar de pescar indiscriminadamente y asi no perjudicar el hábitat de la fauna, se quedará para siempre en una animada utopía. Hoy mismo, la CE a multado a España por la pesca indiscriminada de crías de peces, usadas para consumo humano elitista (es común pedir, unos boquerones bebé, en vinagre) que alteran indudablemente la fauna local. Si fuera cierta la ficción, Mumble, el pinguino bailarin, llegaría, daría un par de pasos de tap-dance con sus amigos latinos y convencería a quien haya que convencer de hacer bien las cosas. Pero eso no es así, ni lo será, España, como Microsoft, pagará su multa y seguirá con la pesca (más o menos encubierta), los pinguinos no bailarán, y a los adultos no nos quedará más que esperar la realidad virtual de “Happy Feet” o “Ice Age” donde la gente se entiende y se busca siempre el bien común. Mientras tanto, envidiaremos en silencio al pequeño niño que baila con el pingüino y cree que cuando crezca, encontrará un mundo mejor. Bullshit

viernes, enero 19, 2007

La Jaqueca del Rey


La copa del rey es una competición menor, en la que equipos de segunda, y segunda B se enfrentan a equipos de primera división y, a veces, les ganan. Los equipos chicos, la juegan de mala gana, porque mas les cuestan los traslados que lo que ganan por derechos de transmisión. Los grandes, la aprovechan para foguear a sus suplentes, castigar a sus titulares y apostar por ella cuando ya han perdido esperanzas en ganar la Liga o la Champions. Pero, si eres el Real Madrid, nunca admites esto. Y menos durante la última semana, en que todos putean a todos, ma non troppo.
Beckham, que negociaba su renovación, había firmado por lo bajo con un club gringo, para poder ser vecino de Tom Cruise y ganar más dinero en un mercado poco explotado por su imagen (aquí, en Europa, lo vemos hasta en las paradas de autobus).
Cassano, le dijo la verdad a la cara a Capello, y como premio a su sinceridad y hombría, fue descartado por el técnico y condenado a engordar en el ostracismo.
Guti, ninguneado por el presidente, Robinho, según los rumores, gusta del alcohol y las noches de Madrid, y Gago fue comprado por 25 millones de euros cuando meses antes se había ofrecido a otro club español, él solito, por 5 milloncitos namás.
Así era el club que iba a ver anoche. Y se enfrentaba al Betis, penúltimo de la Liga, que dándole la importancia que se merecía el partido, jugo con suplentes. Y aún así empató y eliminó al Madrid.
Menos mal que no fui, presentí el desastre en el metro, y ayudado por un inesperado dolor de cabeza, giré a la derecha en Albuquerque y me fui pa’ casita sin sentirme culpable. No se lo diré nunca a Julio que me regaló el pase para el estadio, porque lo decepcionaría y me cerraría puertas, quizá para futuras visitas al Bernabéu. Pero ayer, no me perdí nada, sabía que Ronaldo no jugaría porque está negociando su salida al Milan, que Casillas (que vale 9 millones de sobrevalorados euros) estaría sentado mientras Deiego Torres suda los 300 mil euros anuales que se lleva. Sabía que Capello sería insultado al máximo, y que como pasó, algunas botellas de agua pasarían rozando su cabeza. Y mientras yo estaba en mi camita, leyendo algo sin importancia, el presidente del Madrid, Ramón Calderón, estaría viendo el partido escuchando resonar en su cabeza la frase que sus jugadores le dijeron por la mañana: “deja de soltar mierda por esa boquita”.

martes, enero 16, 2007

Dark Side of Guiller


Dicen que si escuchas “Dark Side of the Moon” y vez a la ves “El Mago de Oz” compruebas que están coordinados la música y el movimiento de los personajes. Puede ser, no lo he intentado, principalmente porque la película es una de las más tontas que he visto y ni con la música de Pink Floyd creo que podría tragármela.
Pero, ¿y si hago otras combinaciones?
Imaginemos (que estamos ociosos) que el popularísimo Guiller nos hubiera dejado un mensaje secreto en su canción “El Rey de las Cantinas”, pero que sólo le contó el secreto a un borrachín de La Punta, antes de que su religión lo rescatase, entre semana, de las garras del alcohol. Y claro, ese borrachín, al día siguiente, con los bolsillos vacíos y dormido en la puerta de su casa (porque sus hijos no lo dejaban pasar) no recordará nada. El mensaje se ha perdido, entonces, queridos hermanos.

Hagamos cuentas: la música de este beodo cantante data de mediados de los setenta, busquemos entonces una película que él, en sus 10 minutos lúcidos de vida artística, escogiera para darnos el mensaje. “Operación Dragón” no podría ser, no me imagino ninguna escena que encaje a la perfección con “porque en las cantinas yo paro, matando una pena, matando un amor”, Bruce Lee, buscando al malo, entre espejitos, al oir la canción daría una patada peor que la de Jackie Chan. Entonces, seguimos buscando, y aunque cualquier escena de Gene Hackman en “French Connection” podrían coordinarse con “mentira, no soy un borracho, si tomo es de pena, yo soy hombre macho”, desistimos.
Ya cuando el desanimo y la desesperación hacían yaya en mi decaído espíritu, recuerdo una gran saga de la que fui fan acérrimo: "Star Wars", pero deberíamos pasar una y mil veces la escena en que Han Solo cree que Luke y Leia comerán perdices usando de fondo "la amé como a nadie en el mundo, pero ella se fue de mi lado, se marchó con otro se burló de mi". Y entonces podríamos dar por terminada la tarea.


Pero ni con esas damos por concluída la investigación, y desde esta tribuna (popular) invito (hago un llamamiento, dirían los políticos de mi barrio) a quien sepa algo del secreto de Guiller a que nos lo cuente, ya no para desentrañar el misterio, sino porque me mata la curiosidad.

viernes, enero 12, 2007

Bad habits


Dos soldados colombianos han sufrido graves quemaduras (creo que uno a muerto) por jugar a algo bastante estúpido: quemar algo al lado de alguien dormido y esperar a que este se despierte. ¿Hasta dónde llega la estupidez humana?
Tenía un primo que se divertía atando cohetes en la cola de su perro, Mamerto. Mamerto, fiel y cojudo al máximo, siempre volvía a casa después de su dueño lo castigara con esa infame travesura (que es más bien una putada), aunque, cada vez que se acercaban las navidades, el pobre perro huía de casa pero volvía a los dos días, magullado, sucio, apestando y con los ojos llorosos. No le habían enseñado a morder asi que no le quedaba otra que volver al suplicio con tal de asegurarse la comida.

Chumpi, mi amigo de infancia (ahora en el penal de mínima seguridad Sarita Colonia; un saludo Chumpi, si tienes internet en tu celda) coleccionaba cadáveres de pajaritos. Sí, macabro, y lo que es peor es que hubo un tiempo en que yo lo ayudaba a conseguirlos. Nos fabricábamos hondas de hule, y con un par de piedras nos plantábamos debajo de cualquier árbol, esperando a nuestra cantarina víctima. Cuando la veíamos llegar apuntábamos con la mayor concentración posible, “apunta a la cabeza” me decía el sádico “así si te desvías, al menos le das en el pecho”. A la voz de tres disparábamos y el ave caía medio muerta, seguramente víctima de una hemorragia interna, Chumpi saltaba feliz, y sanguinariamente victorioso y yo me lamía el dedo herido por culpa de la piedra que nunca llegó a despegar.

Yo, como mucho, me aficioné a cazar arañas en las siempre existentes telarañas del Callao. Era fácil. Cogía una paja de la escoba y me acercaba a la telaraña que más siniestra me pareciera, movía las redes como haciéndole cosquillas y a los pocos segundos salía, siempre de golpe, una araña que pensaba que ya estaba lista la comida. Mi intención era hacerlas pelear, pero nunca conseguí que se atacaran una a la otra, ni porque les construí un ring perfecto con una caja de fósforos, o les pusiera el soundtrack de Rocky II como música de fondo. Por eso, cuando descubrí su afán pacifista, me dediqué a alimentarlas: cazaba moscas dándoles un manazo cuando las veía volar cerca, y las dejaba aturdidas sobre la telaraña, esta vez las arañas sí encontraban comida y la llevaban lejos de mis ojos curiosos que nunca vieron lo que pasaba en la guarida. Hasta que se estrenó “Las dos torres”.

Por eso no entiendo a esos colombianos incendiarios, puede que se aburrieran en el campamento militar, pero, a mano, hay formas menos piromaniacas de divertirse. ¿no?

jueves, enero 11, 2007

Chateando con Arturo


Creo que yo te invité al gmail. No me acuerdo bien, aunque últimamente no me acuerdo bien de muchas cosas: comprar regalos en navidad, por qué empecé la descarga del unplugged de Ricky Martin, dónde está mi camiseta de Guns N Roses, y un largo etc. Ni siquiera me acuerdo de las cosas que no me acuerdo.
Por eso cuando apareció la oportunidad de chatear contigo, me lancé al vacío, sin más. Y las frases eran: “qué tal” ”cómo va todo” y eso.
Pasó mucho rato para que me soltara y empezara a preguntar por la gente de la universidad, a la que tú, por una casualidad geográfica, tienes más cerca, pero igual de lejos que yo en lo que a contacto personal se refiere. “qué sabes de Cody”, pos lo mismo que yo: nada.”Y de murphy”, que se chapó a tu hembrita (bueno, ex) con patadita a la luna y recitando el toromata-iii-toromata. “Me encontré con la china, en su piso de moratalaz”, ah, que bien. “Y París es muy bonito, y Madrid un poco menos”, yo busco un departamento en Lima, muy pronto.
Te cuento que a veces, me meto en el foro de la gente de sistemas, pero no conozco a casi nadie, sólo al pezuña, el camarón y uno que otro barbieri (que hasta para casarse se ponen de acuerdo), pero casi he perdido el contacto con lima-limeño-lima-limóm-lima-serrana-lima-provinciana-limaderecuerdos-limalahermanaaaa-provincianaaaa-aaahaaa (Mojarras), Solenne y yo pensábamos ir este verano, en febrero, y cambiar ya tanta playa limpiecita por un poco de cebiche con arena en Chilca; pero va a ser que no. Quizá después, como tú dices, antes vienes a mi matri, que yo al Callao. Queremos ir a emborracharnos en Barranco, antes un par de chelas en una peña criolla de Miraflores, y la rematamos con un caldo de gallina en Jesús María, o, mejor, en la avenida Perú, donde la tía brazo e’ popeye. Seguro que vería a Rubila y a Zunilda, y cuando Sol se descuide buscaría el teléfono de Shemi en la guía telefónica. Para que me shotee otra vez, y vuelva a los brazos de mi francesita queriéndola más todavía.

Un gran invento el gmail, y aunque a veces se cuele algún pesao’ (me incluyo en esa lista)…uy, te dejo que ha entrado Ana, y está más buena que tú.

jueves, enero 04, 2007

Año nuevo


Bailé en París, entre francesitas y tomando champagne gratis hasta que se acabó la última botella (yo la sequé) en el bar.
Había happy hour hasta las 9 y llegamos a las 7 y media más o menos, a las 8 estábamos sazonados y bailando con desconocidos, hay fotos, pero Raphäel todavía no me las manda. En una tengo a Marie recontra cogida por la cintura y fingiendo besarla, a Solenne no le hizo mucha gracia, pero sabía que era broma y nos reímos después.
Comí paté a la cotè hasta que mi hígado dijo no más, y después, a eso de las doce volvimos a casa, cuando faltaban tres paradas de metro, Solenne, Delphine y Marie bajaron a la volada (cuando se cerraban las puertas) y aunque yo dije “que haces, para” y Raphäel, “no, no, arréttez” siguieron su camino y ya después nos contaron que querían agua y en esa estación había una máquina expendedora.
Ya en casa, él me decía que no quería ir al chalet que habían alquilado en la sierra de Francia para recibir el año nuevo, nosotros ya habíamos cancelado nuestra reserva porque era muy cansado eso de viajar siete horas, llegar, cenar, bailar, y siete horas más de vuelta. Por eso Raphäel no quería irse, sobretodo cuando esa noche nos la habíamos pasado tan bien en el six seven (www.sixsevenclub.com/), donde si no tienes un Porsche o eres Vincent Cassel o Zidane, no entras un sábado por la noche.

Por eso, cansados de juerga, en nochevieja sólo cenamos fondue (y nos sosbró la mitad de la carne) y las 2 yo ya estaba dormido, feliz, porque mi nochevieja-juerga había sido el 28, bailando música de Elvis Crespo, sudando champagne y bailando con la que será mi esposa. En pleno Champs Elyssés.