lunes, abril 25, 2011

Sábado Crucis


A Cecilia le gustaba más mi pelo largo, como el de tu perfil del facebook. Le digo que me lo corté en una barbería de Chelsea, en New York, a la que entré cuando estaba cansado de caminar. Magaly nos contactó en el facebook y yo, sinceramente no me acordaba ni cómo era ella. Sólo recordaba que se moría por mi amigo Toño, hace más de 20 años. Cuando me dijo de quedar, me pregunté que cómo nos reconoceríamos, ella contestó yo no me olvidaría de ti. Entonces debí sospechar, pero como soy toli...

Magaly insistió mucho en que saliera con ella, por eso de que no conocía la ciudad mucho y demás. Ok, le dije, pero que no espere peruanadas porque yo de eso no gasto. Y entre procesiones, comilonas y el gol de Ronaldo al Barça en la final de la Copa del Rey, le mandé un mensaje por facebook, en plan hola, soy yo, ¿qué tal por Madrid? quedamos cuando quieras. Me contestó al nanosegundo y me dijo que si eso salíamos un día a bailar y me dejó su número de teléfono. Yo estaba más pendiente de buscar mis gotas para los ojos (Hyabak, pero que siempre pido como Tsyapka, por una extraña razón) que en pensar en quedar con ella. Encima había un rumor en la oficina de que la mitad más uno pasaba de hablarme por cotilla y tuve que fingir (por recomendación de un tercero) que esas cosas me importaban. Hablé con Estefi, con Esther y Silvia pero sólo esta última entendió la lógica de mi razonamiento:

- Vamos a ver, Silvia, yo, que paso de la gente, yo, que invito 6 personas de 80 a mi cumple (sorry por no incluirte, by the way), yo, voy a perder mi tiempo para contarle al mundo que dos pibas pillaron en la última noche de juerga. Venga ya.
- Tienes razón, Chumi. Pero ellas creen que sí.
- Me la sopla - confesé y terminó así mi cruzada por limpiar mi imagen.

Así que quedé con Cecilia el sábado de gloria. Llegó 30 minutos tarde y me pilló chateando con Magaly por el móvil.

- ¿Que dice?
- Que nos lo pasemos bien y subamos fotos al feis.
- Mandale saludos.
- Ya apagué el chat. Y si haces fotos no me etiquetes, porfa.

La llevé a un sitio pequeñito, que Julio me había enseñado, donde las Caipiroskas. Pedimos dos y nos contamos un resumen de nuestras vidas pasadas. Ella estaba separada con dos niñas, yo separado y el niño era yo; ella acababa de llegar a Madrid, yo llevaba ya diez años y era hincha del Aleti; ella nunca había estado enamorada de Toño sino de mi, pero de eso ya hace mil años jajajaja; yo nunca había estado enamorado de Magaly, sólo me gustaba una niña de otro barrio pero ni recuerdo su nombre jejejeje; a ella le gustaba mi pelo un poco más largo, y a su prima y a su vecina Mary también; yo no sabía donde vivían ellas exactamente ¿al lado de los Figueroa? ¿o de los Reyes? Mi tío se casó con una de los Reyes.

Salimos del garito y ella dijo que le apetecía un buen whisky. Recordé entonces uno de los pocos lugares sin garrafón (al menos tan escandaloso) de los alrededores y bajamos hasta allí. Pedi dos Johnnies y cuando pagué con tarjeta la camarera me dijo, con guiño incluido "eres paisa, lo imaginaba" y Cecilia flipó un poco. Yo le devolví las copas y le dije, por ese gusto ponnos un poco más de whisky, anda. Y coló. Sentados en una mesa con velitas ella me contó que igual retomaba sus estudios, y yo le dije que después del máster decidí no estudiar más porque descubrí que no servía de nada; ella me contó que parlaba un po d'italiano y que pensaba subir a Roma dentro de poco, yo le dije que yo ya había ido dos veces; me dijo que le gustaban mis ojos, le dije que cada uno me había costado 1000 euros en una clínica de láser de la Castellana. ¿Quieres bailar?

- ¿Te gusta este sitio? Se llama Berlín Cabaret y es lo único decente que hay por aquí.
- Sí, es muy... rojo.

Bailamos, pedimos la copa de garrafón que te dan con la entrada, un tío de Vallecas me dijo que Cecilia estaba buenísima y yo le propuse cambiarla por su novia. Me dijo que no, al menos esta noche. Sonó I just can't get enough y eso se volvió Sodoma y Gomorra.
Magaly me escribió al día siguiente preguntándome si había ido todo bien con su amiga.

- Buf- contesté.
- ¿Ese buf es de aburrimiento o de satisfacción.?

Preferí no responder. Soy un gentleman.

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